miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuenta atrás

A cuatro días para que comience la elección de plazas MIR uno se plantea muchas cosas. ¿Por qué no hice historia del arte? ¿Qué pasa si renuncio a escoger y monto una pastelería? ¿Tienen guardias en medicina del trabajo? ¿Hasta que punto es verdad eso de "elijas lo que elijas seguro que aciertas"? ¿Qué implica que en el test de especialidades médicas me saliera preventiva como primera opción? ¿No puedo escoger lo que escojan mis amigos como hice en tercero de carrera?

Y es que es muy duro madrugar "otra vez" para ir a visitar el mismo servicio "otra vez" y que te digan ¿"Otra vez" tú aquí? Venga, si vienes una tercera te contamos la verdad! (Ja Ja Ja).
Por si no fuera dificil elegir especialidad uno tiene que hacer la dichosa lista de hospitales antes del lunes. Lo más gracioso es eso de "Hay un hospital del que sales diciendo: Este sitio es para mí". Pues bien, en el caso de encontrarlo no preguntes más, no hables con nadie del tema y encierrate bajo llave hasta el dia de la elección.
Porque uno tiene la tentación de preguntar por su primera opción por ahí, a ver que piensan en otros hospitales.¡¡MAL!! Porque, vamos a ver, esto es como elegir pareja, no le preguntas a tu segunda opción qué opina de la primera. La única razón por la que te hablaría bien de ella sería porque quiere darte largas, en cuyo caso tampoco te puedes fiar de su opinión.
Y el colmo de los colmos es llegar al sitio del que todo el mundo habla bien y que el R3 te suelte aquello de "Yo no volvería a hacer la residencia aquí". Pero tío...no me digas eso... ¿por qué no? ¿es que no te gusto? ¿o le estás guardando la plaza a un amigo? ¿es por mi número? mierda! ¿por qué no aprendí a mentir en la carrera cuando quería escapar de la n-sima operación de vesícula por laparoscopia?

Total, llega un punto en el que estás tú frente a un folio en blanco mirando por la ventana en busca de algún pájaro que vuele bajo, con el horóscopo del día, el santoral, mirando por internet el nombre de tus posibles jefes por si alguno pudiera ser un familiar lejano, y observando atentamente los posos del café para ver si crean una imagen en 3D.
Pero bueno, solo son 4 días. Sabes que dentro de un año pasarás a ser un pequeño entusiasta, defensor a muerte del hospital que por suerte o por desgracia elijas la próxima semana. Y cuando venga a preguntarte uno de esos seres indefensos de los que ahora formas parte le dirás con una enorme sonrisa: "Tranquilo, mi pequeño R pequeño, elijas lo que elijas acertarás".

Mucha suerte a todos.
Con cariño.
La

sábado, 5 de marzo de 2011

Camino a dónde

Después de todo sobrevivimos al MIR. No sé si es el síndrome del "Rblasto" o que el no tener nada que hacer nos vuelve locos, pero la sensación de estar flotando en medio de la nada hace que todo pase tan deprisa que uno a veces no sabe muy bien dónde está ni quién es exactamente.

Basándome en lo que ha ocurrido fuera de mi imaginación puedo decir que me veo a mí misma caminando, pero sin saber muy bien hacia dónde. Cuando teníamos flechas amarillas que nos indicaban la dirección era algo más sencillo, y todos los pasos que íbamos dando tenían un sentido y una explicación.

Creo que es verdad que solo caminas cuando tienes una meta a la que llegar. Me gustaría poder decir como en otra época que sé a dónde voy, pero lo cierto es que solo sé que camino. A veces en círculos, otras hacia lugares en los que ya he estado, y en ocasiones por un túnel que parece ser siempre igual.
En cualquier caso, y aunque la meta sea importante, que haga sol todos los días es bastante improbable. Que sueñes con el nombre del hospital o la especialidad a la que deberías dedicarte tampoco es algo que a la mayoría nos vaya a pasar.

Creo que es verdad que solo caminas cuando hay alguien que te está esperando en la meta. Entonces da igual que llueva o nieve, que el camino sea un camino embarrado que nadie escogería recorrer. Sobrevivimos al MIR porque hay alguien sentado en una sala de urgencias o una consulta esperando ser atendido. Personalmente no sé cómo me enfrentaré a ese momento cuando llegue, pero vale la pena haber caminado hasta aquí para descubrirlo.

Con cariño

LA.