domingo, 23 de octubre de 2011

esto está un poco abandonado!

chicas! esto está muertoooo, la última entrada fue en junio! y además era descenso al alcoholismo, cualquiera que nos lea pensará que el alcohol y tanto mir pudo con nosotras! pero no! aquí seguimos... podríais contar alguna historia graciosa sobre vuestra nueva vida de residentes. Por mi parte, tengo poco que decir, excepto que recomiendo encarecidamente a cualquier opositor la biblioteca maría zambrano para estudiar en estas épocas del año, por su iluminación, diseño arquitectónico y apoyo logístico al estudio (han puesto unas  butacas ikea que te permiten echarte unas buenas siestas y por tanto, aumentar tu rendimiento posterior en el estudio).
Bueno, volviendo al tema del blog, creo que podríamos escribir sobre temas trascendentales y dramáticos, pero también escribir alguna chorrada, incluso cosas de actualidad, con respuestas de las demás a poder ser, que lo hace más ameno; qué me decís?
He guardado en mi monedero el dibujo que me hicisteis aquel día, ese en el que aparezco con un premio nobel en una mano y una cola de ratón en el bolsillo, paradójicamente. Creo que tenemos que volver más veces a ese bar pirata, que ya se me está olvidando la canción del bar y necesito oírla una vez más. No, en serio, creo que deberíamos quedar más (en mi opinión), que luego nos descuidamos, nos descuidamos...y ya casi parece raro coincidir todas en un mismo sitio, claro, que para eso hay que poner de nuestra parte.
Pasadlo bien
un beso DO

martes, 28 de junio de 2011

Rápido descenso hacia el alcoholismo

El Lunes solía ser el día más insulso de la semana, pero ayer no fue así. Lo normal es que el día empiece contigo en una sala llena de médicos escuchando que ha ingresado un paciente nuevo al que tienes que ir a ver. Lo normal es que vayas a ver a tu paciente y, al ver que no hay nada que hacer salvo cogerle de la mano, hagas esto como algo a la vez triste y rutinario a lo que deberías irte acostumbrando.

Que ayer fue un día normal podría ser tan cierto como que "quienes beben unidos, permanecen unidos"; y a mí me gusta pensar que sí.

Que salí del hospital para bailar, beber, volver a bailar y volver a beber; y de tanto beber y bailar y girar, se me olvidó que por la mañana había estado cogiendo de la mano a una paciente de la que solo sé que se muere. 

No bebía para olvidarme de todo esto, ni siquiera tenía una razón. Supongo que en el baile, mientras estás girando, pierdes la noción del espacio que recorres y nunca sabes con certeza si al final del giro habrá alguien allí para recogerte. 
Pero el alcohol, aunque a veces ayude a ocultar tu miedo al vacío, tan solo aumenta las probabilidades de que acabes en el suelo. Y, ayer, girando en medio de tanta gente, solo pensaba en que no era yo quien por la mañana sujetaba la mano de la paciente moribunda, sino ella quien cogía la mía, y yo quien se dejaba coger.

Tal vez esto es solo una idea sobrevalorada y ayer no fue más que un día normal; pero, ¿y si lo fue?

Con cariño
LA

domingo, 12 de junio de 2011

ser guay

 ¿qué es lo que tiene valor para mí?... cómo decía un amigo, ser guay, ser guay es lo que importa. Podría decir que quiero a mis amigos por ser maravillosos, ser excelentes personas, estar ahí siempre...pero mentiría. Creo que lo que realmente valoro en toda persona y por supuesto en mis amigos es que se muestren tal y cómo son y poder mostrarme a ellos con cada uno de mis defectos de forma que cuando estoy con ellos no sea ni más guapa ni más lista de lo que soy, pero sin embargo, si pueda estar a gusto. Lo bueno de la amistad es que es incondicional y que todo aquello que es conocido acerca de una persona por los de fuera (como por ej su condición económica, expediente académico, número del mir, años que lleva de carrera, sueldo, éxito con las mujeres/hombres...) carece de toda importancia. Supongo que la gran mayoría se levanta por la mañana realzando todos sus buenos atributos, para recordarse a sí mismo que es merecedor de amor y de que las cosas le salgan bien, pero yo considero, que con sólo ser personas que se aceptan a sí mismas y que se muestran al mundo tal y cómo son, son merecedores de todo y más. En ese momento pasas a ser la persona más guay y más estupenda que cualquiera pueda tener a su lado, nada lo puede superar. Tanto si tiendes a ser borde, pesado/a, aburrido/a, serio/a, listillo/a...todo puede dar igual, con tal de que no finjas ser de otra forma diferente a lo que eres realmente. Para mí, esta es la principal razón por la que se disfruta la amistad y que hace que pasar el tiempo con una persona merezca la pena de verdad. En consecuencia, todo aquello que ocultes a los otros, no será más que una barrera, que te aleje de una auténtica amistad o del amor, en cualquiera de sus facetas; serás entonces una persona más perfecta, de acuerdo, pero sin ese trasfondo real que todos necesitamos observar en una persona para poder decir que realmente la conocemos.
Todo esto es sólo una opinión: do

martes, 7 de junio de 2011

SOY UN CROMO

Como dijo mi ilustrada madre "Pensaba que ibas a decirme que estabas enamorada de un paisaje, de una obra de arte, de una canción..." Si la hubiera escuchado no habría acabado en el Mercado de Cromos.
Al principio no sabes a dónde vas, en paquetes de 5 o 10 junto a otros cromos conocidos como "amigas". Sin darte cuenta entras en un complicado sistema de compra, venta e intercambio de mercancía cuyo lema es "Hazte con todos".
Sin embargo, la vida del cromo es bastante sencilla, ya que éste lleva implícito en su ser acabar pegado en un álbum. Pero no todos los cromos sufrimos la misma suerte.
Algunos caen en las manos del típico coleccionista de cromos cuyo fin primero es completar el álbum "sile, nole, sile, nole". Otros no llegan a salir del envoltorio, pasan un rato en el bolsillo del comprador para desaparecer antes de ser descubiertos. Los más afortunados son aquellos que llaman de manera especial la atención de su dueño, los cromos favoritos, esos que temen pegar en el álbum porque pasarían a ser como cualquier otro cromo; pero que tarde o temprano recuperan su esencia de "intercambiables".

En mi caso creo que tuve suerte, podría decirse que fui un cromo feliz; uno de esos cromos difíciles de conseguir que se resiste a ser pegado en el álbum. Al principio admirado y guardado como un tesoro, me acabaron intercambiando por 5 como yo ("cromo que no has de pegar, déjalo volar"). Fuí, por así decirlo, el cromo bueno, el tazo gordo, el gogo trucado, altamente beneficioso para su poseedor.
Me consuela pensar que fue duro deshacerse de mí y que me salvé de la pega. Porque como todos sabéis cuando un cromo es despegado de su álbum original siempre deja una parte de él en el lugar donde estuvo.

Existen leyendas que hablan de cromos que consiguieron dejar de serlo; el resto, nos contentamos con recordar el día que nos sacaron del envoltorio y nos miraron como si fuéramos el único cromo sobre el planeta, sorprendidos y emocionados por tener algo entre sus manos que valía la pena conservar.

Eso sí, la esperanza es lo último que se pierde, y aunque no existiera ninguna te diría "Serás un cromo más tendrás sentido, cromo serás mas cromo enajenado".
Con cariño
La

domingo, 29 de mayo de 2011

Solo una semana...

Reconozco que no sé mucho sobre la base científica de la acupuntura y que soy un poco escéptica sobre que unas agujas clavadas de manera especial pulsen un botón mágico que sea capaz de curar casi cualquier enfermedad. "¿Eres residente y todavía no puedes tratar pacientes tú solo? Yo acabé mi curso de medicina china y tengo pacientes todos días; esto demuestra que la medicina alopática no sirve de nada". No puedo expresar con palabras lo que pasa por mi cabeza cuando en las reuniones familiares me ilustran con tal compendio de sabiduría.
¿Quién tiene la culpa de todo ésto? Puede que los médicos no sepamos trasmitir a los pacientes la lógica de su enfermedad, o quizás la trasmitimos demasiado sin dejar cabida a explicaciones que se aparten de lo puramente científico. Tal vez no somos lo suficientemente cercanos o a veces no sabemos captar las verdaderas necesidades de la persona que tenemos en frente.

Llevamos poco más de una semana en el hospital y todos hemos vivido ya historias de lo más diverso. Encuentros inesperados, pacientes que ya te están eternamente agradecidos, pacientes que te dan miedo y otros con los que te sientes identificado, decisiones que no comprendes, decisiones que no quieres tener que tomar, enfermos que ya conocías y enfermos que dejan de serlo, curados o no.
Fuera de saber pedir las pruebas necesarias y acertar con el diagnóstico y el tratamiento, si algo me resulta difícil es ponerme delante de alguien que está sufriendo y que en cierto modo deposita en mí su confianza para que de con la solución. Ser médico conlleva una gran responsabilidad que no es teórica, se hace realidad en cada una de las personas que entra en tu consulta y no se termina cuando sale de ella.

No sé mucho sobre agujas, y no quiero ponerme en plan nazi. Prefiero hablar de lo que he visto en una sola semana entre las paredes de mi hospital, R1 sonrientes y emocionados por ver a nuestros primeros pacientes a los que, hayamos sabido tratar o no con nuestros conocimientos en medicina "alopática", todos nos hemos acabado llevando a casa. No es por corporativismo, es que creo en lo que hacemos.

Con cariño
La

lunes, 11 de abril de 2011

Gracias

Hace una semana no sabíamos dónde íbamos a acabar, podría haber sido haciendo otra cosa o en otro sitio, pero finalmente todas hemos podido elegir qué hacer y dónde; y ahora la suerte ya está echada.
Empezamos una nueva etapa de 4 años, con mucha ilusión y muchas ganas de aprender, pero también siendo conscientes de lo que dejamos atrás y de que el haber escogido algo nos ha hecho renunciar a otras cosas. Cuento esto porque ayer un amigo me decía: "si hubieras ido a tal hospital habrías estado con nosotros" y yo, que decidí ir allá donde voy porque sabía que así sería mucho mejor médico, no podía evitar que me doliera aquello, porque tienes miedo de perder aquello que es valioso, y los amigos que he hecho en estos 6 años lo son, o, aunque sepas que no los vas a perder, es un sacrificio alejarte de ellos. Sin embargo, no puedo olvidarme de una cosa: siempre que he ido a un sitio nuevo ha sido para mi bien y me han regalado unos compañeros estupendos, no sería justo pensar que ahora será distinto: también empecé la carrera con miedo, sin saber qué me iba a encontrar, y todo ha sido mejor de lo que yo habría imaginado. Sólo me queda dar las gracias por estos 6 años y por estos últimos meses de estudio que hemos vivido juntos. Aunque ya no esté con vosotros en nuestra "casa", espero poder seguir, cuando menos, estudiando con vosotros.
Una vez más: gracias.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Cuenta atrás

A cuatro días para que comience la elección de plazas MIR uno se plantea muchas cosas. ¿Por qué no hice historia del arte? ¿Qué pasa si renuncio a escoger y monto una pastelería? ¿Tienen guardias en medicina del trabajo? ¿Hasta que punto es verdad eso de "elijas lo que elijas seguro que aciertas"? ¿Qué implica que en el test de especialidades médicas me saliera preventiva como primera opción? ¿No puedo escoger lo que escojan mis amigos como hice en tercero de carrera?

Y es que es muy duro madrugar "otra vez" para ir a visitar el mismo servicio "otra vez" y que te digan ¿"Otra vez" tú aquí? Venga, si vienes una tercera te contamos la verdad! (Ja Ja Ja).
Por si no fuera dificil elegir especialidad uno tiene que hacer la dichosa lista de hospitales antes del lunes. Lo más gracioso es eso de "Hay un hospital del que sales diciendo: Este sitio es para mí". Pues bien, en el caso de encontrarlo no preguntes más, no hables con nadie del tema y encierrate bajo llave hasta el dia de la elección.
Porque uno tiene la tentación de preguntar por su primera opción por ahí, a ver que piensan en otros hospitales.¡¡MAL!! Porque, vamos a ver, esto es como elegir pareja, no le preguntas a tu segunda opción qué opina de la primera. La única razón por la que te hablaría bien de ella sería porque quiere darte largas, en cuyo caso tampoco te puedes fiar de su opinión.
Y el colmo de los colmos es llegar al sitio del que todo el mundo habla bien y que el R3 te suelte aquello de "Yo no volvería a hacer la residencia aquí". Pero tío...no me digas eso... ¿por qué no? ¿es que no te gusto? ¿o le estás guardando la plaza a un amigo? ¿es por mi número? mierda! ¿por qué no aprendí a mentir en la carrera cuando quería escapar de la n-sima operación de vesícula por laparoscopia?

Total, llega un punto en el que estás tú frente a un folio en blanco mirando por la ventana en busca de algún pájaro que vuele bajo, con el horóscopo del día, el santoral, mirando por internet el nombre de tus posibles jefes por si alguno pudiera ser un familiar lejano, y observando atentamente los posos del café para ver si crean una imagen en 3D.
Pero bueno, solo son 4 días. Sabes que dentro de un año pasarás a ser un pequeño entusiasta, defensor a muerte del hospital que por suerte o por desgracia elijas la próxima semana. Y cuando venga a preguntarte uno de esos seres indefensos de los que ahora formas parte le dirás con una enorme sonrisa: "Tranquilo, mi pequeño R pequeño, elijas lo que elijas acertarás".

Mucha suerte a todos.
Con cariño.
La

sábado, 5 de marzo de 2011

Camino a dónde

Después de todo sobrevivimos al MIR. No sé si es el síndrome del "Rblasto" o que el no tener nada que hacer nos vuelve locos, pero la sensación de estar flotando en medio de la nada hace que todo pase tan deprisa que uno a veces no sabe muy bien dónde está ni quién es exactamente.

Basándome en lo que ha ocurrido fuera de mi imaginación puedo decir que me veo a mí misma caminando, pero sin saber muy bien hacia dónde. Cuando teníamos flechas amarillas que nos indicaban la dirección era algo más sencillo, y todos los pasos que íbamos dando tenían un sentido y una explicación.

Creo que es verdad que solo caminas cuando tienes una meta a la que llegar. Me gustaría poder decir como en otra época que sé a dónde voy, pero lo cierto es que solo sé que camino. A veces en círculos, otras hacia lugares en los que ya he estado, y en ocasiones por un túnel que parece ser siempre igual.
En cualquier caso, y aunque la meta sea importante, que haga sol todos los días es bastante improbable. Que sueñes con el nombre del hospital o la especialidad a la que deberías dedicarte tampoco es algo que a la mayoría nos vaya a pasar.

Creo que es verdad que solo caminas cuando hay alguien que te está esperando en la meta. Entonces da igual que llueva o nieve, que el camino sea un camino embarrado que nadie escogería recorrer. Sobrevivimos al MIR porque hay alguien sentado en una sala de urgencias o una consulta esperando ser atendido. Personalmente no sé cómo me enfrentaré a ese momento cuando llegue, pero vale la pena haber caminado hasta aquí para descubrirlo.

Con cariño

LA.