martes, 18 de octubre de 2016

Desvelando el misterio: “Persuasión” (capítulo 23), la carta del Capitán Wentworth.

Me encanta este capítulo de persuasión, el juego de comunicación cifrada basada en gestos y movimientos es fascinante.
Anne Elliot es sin duda uno de los personajes femeninos más atormentados de Jane Austen. Incapaz de ser la dueña de su propia vida se queda relegada a un segundo plano viviendo la vida de otros, por y para ellos, hasta que aparece el intachable y sutilmente castigador capitán Wentworth. Se pasa gran parte de la novela ignorando y tratando con indiferencia a la pobre Anne que no sabe dónde meterse al descubrir que pasados los años el capitán la ha olvidado por completo. Lo que el lector se plantea en todo momento es ¿y entonces a qué va ahí? ¿por qué insiste en asistir a los mismos eventos sociales que la pobre chica? ¿es algún tipo de venganza premeditada?
Pero claro, Jane Austen no nos presentaría a un capitán amable, honesto, diligente y humilde que por otra parte guardara tanto rencor en su corazón. Aunque desde mi punto de vista el rencor no está tan lejos del romanticismo, perdonar y olvidar van de la mano; el enamorado no es capaz de olvidar, sí de perdonar, el rencoroso ninguna de ambas.
Dicho esto, el capitán Wenworth es un poco rencoroso, pero resulta ser poco más que una defensa para ocultar que tampoco él ha olvidado a Anne. Y la supuesta “venganza” le lleva a encontrarse compartiendo tiempo y espacio con el jodido amor de su vida (insisto en que no lo pensó bien). Estaba visto desde el principio que esto iba a pasar y que iba a reenamorarse de ella.
Y ella, haciendo gala de una inteligencia superior, juega sus cartas de manera sublime. Se las ingenia para que Wentworth escuche alto y claro que ella no ha olvidado y que su amor por él permanecerá, aunque no quede esperanza. El pobre hombre no puede soportarlo más y le escribe una carta en la que le confiesa sus sentimientos y le hace la pregunta ¿es posible que no hayas adivinado mis intenciones?
                ¡A ver chiquillo! Me juego lo que quieras a que ella sospechaba tus intenciones, más que nada porque estabas empezando a ponerte muy nervioso, pero de vez en cuando hacerse la tonta funciona para que te expliquen las cosas alto y claro. El lenguaje de signos le da emoción al asunto, pero la paciencia no es infinita.
Con cariño

LA

jueves, 6 de octubre de 2016

"P". C23. 1322-2804.

Hablamos de olvidar como si de una batalla se tratara, ¿y quién gana? ¿Quien recuerda más o quien menos recuerda?

En realidad si hablo es porque no he conseguido olvidarme y temo que tú sí lo hayas hecho. Aun así seguimos insistiendo en pisar los mismos lugares y compartir a las mismas personas, no deja de ser curioso, ¿qué hacemos aquí?

De repente un movimiento en falso, una frase seminconsciente y una pequeña reacción me hacen sospechar que he captado tu atención. Llevas largo rato escuchando y temo decir lo que no quieres oír. Por fin soy la narradora de mi propia historia, pero no puedo cambiar lo que ya está escrito, solo seguir escribiendo e intentar explicarte entre líneas que el problema nunca fue la inconstancia.

Podría nombrar fechas, hechos y circunstancias que aportaran solidez a mis argumentos, pero siento que estaría traicionando este equilibrio inestable de no hablar de lo que no hablamos. Al final solo reclamo esa constancia que persiste cuando no queda esperanza.

Dejo de interpretar cada frase, cada mirada durante un segundo. Temo que quieras hablar de lo que no hablamos, todo es posible, todo puede esperarse, menos la incertidumbre. ¿Es posible que no hayas adivinado mis intenciones?

Con cariño
La

lunes, 3 de octubre de 2016

Hay camino o no lo hay?

Pasados ya los años de la residencia veo que me he frustrado en muchas ocasiones. Tenía grandes expectativas, creadas en parte por mi culpa y en parte por lo que te anuncia la gente. Quería que fueran años de desfase, años memorables para olvidar quizás unos años un tanto difíciles de la carrera.
Pero como casi siempre, hasta que no tienes claro qué es lo que quieres en la vida, corres el riesgo de dejarte arrastrar por la marea, la marea del trabajo duro y el sacrificio y así ha sido en parte la residencia. Veía que no encajaba con la gente que había ahí, la mayor parte de estas personas que fui conociendo viven una vida acorde con la idea que se han hecho que tiene que ser su futuro y entre tanto se pierden todo lo que se encuentran en el camino. Mi sensación constantemente era de que yo no era un fin, sino más bien un medio para que sus vidas encajaran perfectamente, como si de un puzzle se tratara. Una carrera y una residencia exitosas, una vida profesional ejemplar y un estatus económico por encima de la media...mi sensación desafortunadamente es que demasiadas personas se engloban dentro de este perfil y por supuesto el simple hecho de mantener contacto con estas personas me resulta nocivo.
Necesito a gente que me inspire, gente que entienda que la vida no es lo que tu esperas que sea en ningún caso, pero no porque sea demasiado ambicioso el pretenderlo si no porque resulta un tremendo error. Opino que por mucho que nos conozcamos a nosotros mismos y sepamos lo que queremos, nunca es igual a lo que necesitamos en un determinado momento y sobre todo no es igual a las oportunidades que nos brinda la vida, que puede ir por caminos radicalmente diferentes a los que en un principio habíamos pensado.
Si al final estás haciendo lo que creías que ibas a hacer cuando tenías ya 20 años es que no te has moldeado, no te has adaptado a la corriente,no has escuchado lo que la vida te quería decir.
No puedo decir que esté conforme con todo lo que haya pasado en mi vida, tampoco que no me arrepienta de nada, pero creo que por lo menos, en lo que a mí respecta he sido fiel a ella y estoy intentando vivirla de la forma más auténtica posible.

Resultado de imagen de CAMINANTE NO HAY CAMINO

Un abrazo fuerte, DO

Ánimo, podemos sacarlo a flote

Mis queridas notas musicales, esta buena idea de tener un blog la vamos a echar a perder como no escribamos algo más (al menos más de una vez al año).
Sólo quería animarnos a retomarlo e ir publicando entradas de vez en cuando, historias, anécdotas, reflexiones, en fin cualquier cosa...
Do