sábado, 11 de diciembre de 2010

Para todo lo demás...Mastercard

Una se levanta el sábado por la mañana y, sabiendo que le espera una tarde sentada 5 horas en una mesa de la facultad, te preparas para ello: vas a la farmacia y gastas 1,5 euros en unos tapones, y después a la panadería a por 0,85 en chuches...todas las cosas que puedes comprar con dinero para hacerte más llevadero el simulacro. Pero hay algo que no puedes pagar para ir contenta a hacerlo, y es saber que hay vida después de esas 5 horas, y que esa vida consiste en reencontrarte con tus amigas después de mucho tiempo sin hablar con ellas; es esa sensación de que alguien te espera cuando salgas para compartir su vida contigo.
Así uno puede quedar y contar historietas pasadas (1 poco como abuelillas contando historias de cuando íbamos al colegio), puede pedir consejo sobre qué hacer sobre el futuro (y las demás aconsejar intentando no ser egoístas...¡sería tan fácil pedirle al otro que no se vaya de nuestro lado cuando quiere irse a vivir a otro sitio!), compartir reglas nemotécnicas o hacer algún comentario desafortunado sin querer... Esas horas con las amigas se pasan tan rápido que hasta te sorprendes cuando alguien saca el monedero para pagar, y entonces te das cuenta de que llevas 3 horas sentada hablando ¡y seguirías muchas más! Saber que hay un mundo más allá del simulacro y que te haya salido éste bien o mal, te están esperando para compartir lo que quiera que vaya a ser de tu vida contigo, no tiene precio. Para todo lo demás, Mastercard.
Sí.

1 comentario:

  1. Yo solo saqué la cartera porque no me creía que lo realmente valioso me fuera a salir gratis;)
    Y... ?¿?¿comentario desafortunado?¿?¿

    Lo que no tiene precio es verte tan contenta (acabaré descubriendo qué escondes)
    Con cariño.
    LA

    ResponderEliminar