martes, 7 de junio de 2011

SOY UN CROMO

Como dijo mi ilustrada madre "Pensaba que ibas a decirme que estabas enamorada de un paisaje, de una obra de arte, de una canción..." Si la hubiera escuchado no habría acabado en el Mercado de Cromos.
Al principio no sabes a dónde vas, en paquetes de 5 o 10 junto a otros cromos conocidos como "amigas". Sin darte cuenta entras en un complicado sistema de compra, venta e intercambio de mercancía cuyo lema es "Hazte con todos".
Sin embargo, la vida del cromo es bastante sencilla, ya que éste lleva implícito en su ser acabar pegado en un álbum. Pero no todos los cromos sufrimos la misma suerte.
Algunos caen en las manos del típico coleccionista de cromos cuyo fin primero es completar el álbum "sile, nole, sile, nole". Otros no llegan a salir del envoltorio, pasan un rato en el bolsillo del comprador para desaparecer antes de ser descubiertos. Los más afortunados son aquellos que llaman de manera especial la atención de su dueño, los cromos favoritos, esos que temen pegar en el álbum porque pasarían a ser como cualquier otro cromo; pero que tarde o temprano recuperan su esencia de "intercambiables".

En mi caso creo que tuve suerte, podría decirse que fui un cromo feliz; uno de esos cromos difíciles de conseguir que se resiste a ser pegado en el álbum. Al principio admirado y guardado como un tesoro, me acabaron intercambiando por 5 como yo ("cromo que no has de pegar, déjalo volar"). Fuí, por así decirlo, el cromo bueno, el tazo gordo, el gogo trucado, altamente beneficioso para su poseedor.
Me consuela pensar que fue duro deshacerse de mí y que me salvé de la pega. Porque como todos sabéis cuando un cromo es despegado de su álbum original siempre deja una parte de él en el lugar donde estuvo.

Existen leyendas que hablan de cromos que consiguieron dejar de serlo; el resto, nos contentamos con recordar el día que nos sacaron del envoltorio y nos miraron como si fuéramos el único cromo sobre el planeta, sorprendidos y emocionados por tener algo entre sus manos que valía la pena conservar.

Eso sí, la esperanza es lo último que se pierde, y aunque no existiera ninguna te diría "Serás un cromo más tendrás sentido, cromo serás mas cromo enajenado".
Con cariño
La

1 comentario:

  1. Pues yo tengo aquí en mi armario mi colección de cromos de "Bola de Dan". Es la colección que más cerca estuve de completar. Sólo me faltó uno. Y tienen una característica especial: no se pegan, no tienen álbum. Por detrás tienen una breve descripción del personaje o la escena que hay por la cara delantera del cromo. Fue mi colección favorita durante mucho tiempo, y creo que sigue siéndolo.

    P.D.: Mi comentario tiene sentido, no?

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