jueves, 6 de octubre de 2016

"P". C23. 1322-2804.

Hablamos de olvidar como si de una batalla se tratara, ¿y quién gana? ¿Quien recuerda más o quien menos recuerda?

En realidad si hablo es porque no he conseguido olvidarme y temo que tú sí lo hayas hecho. Aun así seguimos insistiendo en pisar los mismos lugares y compartir a las mismas personas, no deja de ser curioso, ¿qué hacemos aquí?

De repente un movimiento en falso, una frase seminconsciente y una pequeña reacción me hacen sospechar que he captado tu atención. Llevas largo rato escuchando y temo decir lo que no quieres oír. Por fin soy la narradora de mi propia historia, pero no puedo cambiar lo que ya está escrito, solo seguir escribiendo e intentar explicarte entre líneas que el problema nunca fue la inconstancia.

Podría nombrar fechas, hechos y circunstancias que aportaran solidez a mis argumentos, pero siento que estaría traicionando este equilibrio inestable de no hablar de lo que no hablamos. Al final solo reclamo esa constancia que persiste cuando no queda esperanza.

Dejo de interpretar cada frase, cada mirada durante un segundo. Temo que quieras hablar de lo que no hablamos, todo es posible, todo puede esperarse, menos la incertidumbre. ¿Es posible que no hayas adivinado mis intenciones?

Con cariño
La

1 comentario:

  1. No sé quién es tu interlocutor, me resulta muy difícil intuirlo...(Carcajada)
    Agrego que, me siento orgullosa de tener una nota musical compañera con una historia tan sumamente compleja y elaborada en su vida, digna de cualquier novelista ruso. Sin duda una historia así sólo puede surgir entre dos personas profundas que han sido capaces de dejar de lado cualquier tipo de rencor, a pesar de las circunstancias. Felicidades por vuestra historia.
    Un abrazo de DO

    ResponderEliminar